Francisco de Quevedo

¿Te duele la tripa, tienes acidez estomacal
o a veces te sientes hinchado y con gases?

¿Estás resfriado o sientes los primeros síntomas de gripe?

¿Estás embarazada y sueles tener naúseas en ciertos momentos del día?

¿Te suelen doler los huesos, articulaciones o sientes algún músculo inflamado?

¿Te han diagnosticado cáncer de algún tipo (pulmón, pecho, piel, ovarios, próstata, colon...) o quieres prevenirlo?

¿Normalmente te mareas cuando viajas en algún medio de transporte?

¿Sufres de reglas dolorosas o cólicos?

¿Tienes migrañas con frecuencia?
 

¿Tienes agujetas o alguna zona dolorida por haber realizado actividad física excesiva?

¿Eres friolero y llevas mal el invierno?

¿Tienes el colesterol alto?

¿Quieres cuidar tu corazón?

¿Eres diabético de tipo 2?

¿Necesitas bajar de peso?

Parece mentira que haya una sola respuesta a tantos síntomas, pero sin duda alguna, el jengibre puede prevenir, aliviar e incluso curar todas estas molestias y enfermedades. 

Para los expertos también llamado Zingiber Officinale, esta planta lleva usándose desde hace miles de años en India, China y otros países asiáticos por sus conocidos fines terapeúticos y culinarios. Incluso los griegos romanos bebían su infusión después de las comilonas. Luego se hizo más famoso en Europa y América a través de la bebida Ginger Ale o Ginger Tea.

Desde luego, la planta en sí misma no llamará mucho la atención, pero si escarbamos un poco más abajo, encontraremos un tallo subterráneo de lo más original. Parecido a una mano con dedos regordetes de color amarilento o tierra como la patata, el jengibre nos aporta energía yang, caliente y corporal, estimulador de los chakras inferiores (no es casualidad que se encuentre bajo la tierra, entonces) y magnífica especia multisabor. Aunque la base es picante, por eso hay que tener cuidado con las cantidades que se echan, tiene un regusto ligeramente amargo y un aroma cálido con fondo dulce. Vamos, que es la panacea si te gusta experimentar con tu paladar. Si no te resulta agradable su sabor, puedes echar menos cantidad o mezclarlo con miel y canela.

Cuando lo pelas, su interior es blanco o amarillo clarito. Un pequeño trozo, rallado o en trocitos más pequeños, hervido 5-10 min en agua, puede combinar con cualquier otra hierba (té o para infusión), aportándote un pequeño impulso energético que siempre viene bien en tu día a día. Aún así, también puedes tomarlo por la noche sin miedo a que te espabile demasiado.

Además de fresco, también lo puedes encontrar seco en polvo (sobre todo en grandes cadenas de supermercados). Ambos se pueden usar en repostería o para aderezar guisos, arroces, salsas, vegetales al vapor...
 

¿Alguna precaución con este oro de la naturaleza? Tan sólo, en casos de fiebre o en golpes de calor causados por la menopausia, no se debe utilizar el jengibre, puesto que ayuda a aumentar la temperatura corporal.

En definitiva, ¿qué más se puede pedir a la naturaleza? La próxima vez que te encuentres mal, piensa que puede haber una alternativa a las pastillas y jarabes, pero sin efectos secundarios. 

pd: Aún me parece sospechoso que, al menos aquí donde vivo, solamente se pueda conseguir fresco en supermercados pequeñines y sin nombre famosos, puesto que en Mercadona sólo se comercializa en polvo. (¿Habrán oído hablar de sus propiedades y entonces no les hará juego con sus productos de "¡abrir y listo!"?).




¿Cómo me puedo responsabilizar de mi salud?
Cuando me siento cansado, ¿Qué he comido o bebido? ¿Qué tipo de pensamientos he tenido?
Cuando me siento enérgico y motivado, ¿Qué he comido o bebido? ¿Qué tipo de pensamientos he tenido?
¿Qué síntomas se repiten en mí y qué planta puede ayudarme?

¿Qué necesito para comenzar a cuidarme?
¿De qué forma puedo empezar ya, hoy, ahora mismo?

¿De qué forma ésto me hará más grande y más rico como persona?
¿Cómo afectaría ésto en mí, en mi familia, en mis relaciones y en el resto del Mundo?


FELIZ OTOÑO 2014
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