Cómo Descansar Mejor (3)

28.10.2014 17:22

28/10/14
Cómo Descansar Mejor (3)

"Cultiva la Gratitud" 

"The Guardians”, Jackie Morris

 

Si en la vida tu única oración fuera “gracias”,
con ella sería suficiente. 
Maestro Eckhart


En la noche, cuando nos vamos la cama, el cuerpo se relaja y es entonces cuando comenzamos a ser conscientes, muchas veces, del "ruido" mental y la algarabía emocional que llevamos en nuestro interior. La base de nuestro iceberg vital, del que ya hablamos en este post anterior, comienza a despertarse justo cuando más "necesitamos" descansar. Y es que, si nunca atendemos a estas partes de nosotros mismos, haciendo parones de actividad en nuestras jornadas durante unos pocos minutos para percibir cómo estamos, qué sentimos, qué estamos pensando...tu subconsciente se revelará cuando menos te lo esperas como un niño que busca amor y atención.

Sabiendo también que tenemos la capacidad de alimentar a nuestro subconsciente con "información" sensitiva beneficiosa, sobre todo al final del día (puedes leer más sobre esta herramienta aquí), podremos mejorar la calidad de nuestro sueño notablemente. No obstante, también existe una práctica sencilla y milagrosa, accesible a todos, pero de la que solemos olvidarnos con facilidad: dar gracias.


 

Tercera herramienta: Cultivar la Gratitud.


  ¡Qué típico!... Eso ya lo sabía...ya he leído y oído muchas veces acerca de lo bueno que es agradecer...Pero yo te pregunto: ¿Realmente lo pones en práctica? Posiblemente, no lo suficiente, pues son infinitos los regalos que a diario disfrutamos y de los que no nos percatamos.
Por regla general, esperamos a que ocurra algo muy "importante" y decisivo en nuestras vidas para dar las gracias; o bien nos damos cuenta de la infinidad de dones y comodidades que tenemos cuando algunos se nos restringen. Por ejemplo, es tras haber estado enfermos sin poder comer o salir a la calle cuando agradecemos los alimentos diarios o la simple acción de dar un paseo. Por eso también muchas de las personas más agradecidas del mundo son las que han pasado por un cáncer o una experiencia dolorosa en el pasado y se han visto reforzados, pues han comprendido la fragilidad de la vida física y ahora viven su día a día con más presencia y gratitud por las cosas sencillas.


¿Hay que sufrir para aprender realmente a ser agradecidos? Quiero creer que no es necesario siempre pasar por el dolor para posteriormente vivir con más consciencia y ser más feliz, pero la Historia está llena de grandes personajes que alcanzaron la liberación interna, una consciencia más expandida, tras haber pasado situaciones penosas y experiencias de mucho sufrimiento. También en la naturaleza lo percibimos: para que una nueva flor nazca tiene que morir una anterior, los árboles pierden sus hojas en otoño para poder renovarse en la próxima primavera...

No obstante, sí creo que no hace falta pasar por una situación muy dura para comenzar a poner en práctica hábitos y herramientas que nos aportan calma y alegría en el presente. Basta con acordarnos cada noche de dar gracias por las múltiples cosas y personas con las que nos hemos encontrado en el día de hoy. Siempre que he comenzado a nombrar interiormente o en voz bajita mis agradecimientos diarios me he quedado dormida rápidamente, sin darme cuenta, y sin siquiera haber terminado de citar todo lo que deseaba agradecer.

Pero yo no creo en Dios, ¿a quién se lo agradezco? A la vida, al Universo, a la Fuente, a aquella fuerza superior y mágica que hace que tú y yo estemos vivos y sanos. ¿Cómo empiezo a agradecer? Comienza a nombrar lo más evidente y cercano para tí y te sorprenderás de lo rápido que irán apareciendo más y más motivos para agradecer. ¿Y si no me ha pasado nada "especial" en el día de hoy? No hacen falta grandes celebraciones exteriores para sentirte agradecido por detallitos. En este caso, piensa en pequeño y verás como poco a poco lo pequeño estará ligado a cosas más grandes. Por ejemplo, ahora mismo doy gracias por saber escribir y utilizar mi idioma para expresar lo que considero importante, gracias por tener manos sanas que me permiten teclear estas líneas, gracias por tener ojos y una vista que me permite gozar de los colores y de los paisajes, gracias por mis piernas pues con ellas puedo pedalear en mi bicicleta e ir a sitios bonitos, gracias por gozar de buena salud, gracias por tener amigos, gracias porque mis padres estén sanos, gracias porque mis hermanos y yo nos queremos mucho y tenemos buena relación, gracias por mis alumnos y por su calidad humana, gracias por la comida sabrosa que hoy voy a disfrutar, gracias por este otoño soleado, gracias por la situación difícil que viví esta mañana pues así aprendo a ser más flexible y amable, gracias por esa persona que apareció en mi vida para enseñarme algo valioso, gracias por...

Cada noche, te animo a que hagas este ejercicio de agradecimiento, con tu pareja, con tus hijos, con tus padres, con tu amigo...pues así crearás una energía nueva que servirá de alimento interior y apaciguará las preocupaciones, los miedos, los nervios o cualquier emoción que te quite la calma.


Qué duermas bien.

 

 

 

¿Qué agradeces en tu día de hoy?
¿Qué te posibilita hacer lo que haces?
¿Qué has aprendido hoy?
¿Quiénes se han cruzado en tu camino y de qué manera te han enseñado algo?
¿De qué te has dado cuenta hoy?
¿Te han sonreido? ¿Has recibido alguna palabra de ánimo y cariño?
¿Qué alimentos te han aportado la energía para desarrollar tu trabajo?


POR TODO ÉSO, GRACIAS





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